La espeleología nos brinda la oportunidad de explorar el misterioso mundo subterráneo y maravillarnos con las increíbles formaciones que se encuentran en las cuevas. Estas formaciones, conocidas como espeleotemas, son creaciones únicas de la naturaleza que nos sorprenden con su belleza y diversidad. En este artículo, nos sumergiremos en el fascinante universo de los espeleotemas y exploraremos los diferentes tipos que podemos encontrar en nuestras aventuras espeleológicas.
¿Qué son los espeleotemas?
Los espeleotemas son estructuras minerales que se forman en el interior de las
cuevas a lo largo de miles o millones de años. Son el resultado de procesos
geológicos complejos que involucran la interacción entre el agua, los minerales
presentes en las rocas y las condiciones ambientales subterráneas. Cada
espeleotema es único y refleja la historia geológica de la cueva en la que se
encuentra.
Tipos de Espeleotemas
En lo que a morfología de formas secundarias se refiere, estos pueden dividirse de acuerdo al mecanismo o mecanismos del agua que lo han formado: goteo, flujo, inundación, géiser, capilaridad, condensación, aerosol, agua freática, filtración y vapor. Otros factores pueden influir: aire, superficie de formación, agentes biológicos, etc. La combinación de varios de ellos crea un tipo concreto. Dentro de los más comunes y espectaculares podemos encontrar:
Estalagmitas
Contrariamente a las estalactitas, las estalagmitas se elevan desde el suelo de la cueva. Se forman cuando las gotas de agua que caen al suelo depositan minerales y se acumulan a lo largo de los años, creando columnas y formaciones cónicas.
Estalactitas
Las columnas se forman cuando una estalactita y una estalagmita se encuentran y se fusionan. Estas estructuras imponentes son el resultado de miles de años de crecimiento y pueden alcanzar grandes dimensiones.
Columnas
Las columnas se forman cuando una estalactita y una estalagmita se encuentran y se fusionan. Estas estructuras imponentes son el resultado de miles de años de crecimiento y pueden alcanzar grandes dimensiones.
Macarrones
Es una variedad de estalactita hueca (en forma tubos) y con un diámetro pequeño, suele ser inferior a un centímetro, lo que junto a unas paredes inferiores al medio milímetro le dan su aspecto traslúcido, casi transparente en algunos casos, y llegan a alcanzar longitudes de más de un metro.
Banderolas
De formación similar a las estalactitas cónicas, clásicas, pero con la particularidad de que el agua no circula por el interior de las mismas, sino por el exterior, creciendo y engrosando lateralmente. El crecimiento ondulado es debido a las curvas de la roca que se van haciendo mayores según la bandera se aleja de la pared
Excéntricas
Son espeleotema que se tuerce en cualquier dirección del
espacio, desafiando la ley de la gravedad. Normalmente crece sobre el techo,
paredes u otros espeleotemas y raramente en el suelo. Posee un canal central muy
estrecho (0.008 a 0.5 mm) a través del cual el agua circula por capilaridad. La
mayoría de las excéntricas se forman en ambiente aéreo.
Gours
Tienen forma de dique desarrollados sobre una pendiente por la que circula un flujo laminar de agua activo. Dan lugar a represamientos escalonados, siendo una forma bastante frecuente en cavidades kársticas. La precipitación del carbonato cálcico se produce por la tensión superficial del agua en la interfase aire-agua-roca. Cuando los represamientos son de unos pocos milímetros o centímetros se les da el nombre de microgours. |
Los espeleotemas sirven como archivos geológicos que registran información valiosa sobre el pasado de la Tierra. Cada capa mineral depositada cuenta la historia de cambios climáticos, fluctuaciones en el nivel del agua y la evolución de las cuevas a lo largo de los siglos. Debido a la fragilidad de estos ecosistemas es de vital importancia preservarlos por la creciente amenaza de la actividad humana. La exploración irresponsable, la contaminación y el cambio climático representan riesgos significativos para estas maravillas subterráneas. Como apasionados, es nuestro deber actuar como guardianes de estos tesoros naturales, adoptando prácticas sostenibles y promoviendo la conciencia sobre la importancia de su conservación.
En última instancia, la preservación de los espeleotemas va más allá de la responsabilidad científica y ambiental; es un compromiso con las generaciones futuras. Al respetar y proteger estas formaciones, no solo aseguramos la continuidad de la investigación científica y la conservación de la biodiversidad, sino que también garantizamos que las futuras generaciones tengan la oportunidad de maravillarse y aprender de las maravillas subterráneas que la Tierra nos ofrece. Así, al explorar las cuevas, recordemos siempre dejarlas tal como las encontramos: un testimonio atemporal de la asombrosa alianza entre la naturaleza y el tiempo.